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miércoles, 11 de marzo de 2015

Que decir...

Buenas.

La verdad es que tengo que actualizar el blog de historias. Y estoy en ello, no os voy a mentir. Aunque realmente estoy un tanto estresada. Las ovejas no paran de "dar por culo" y no se están quietas ni con un par de ladridos. Me estoy quedando sin voz. Además, de que otros lobos, los salvajes, no paran de reirse de mi. Cosas de la vida, ¿no?

Hoy no tengo ninguna reseña que quiera hacer, ni tengo preparada ninguna. Últimamente no leo libros, bueno, de literatura. Estoy hasta arríba de historia, historia y filosofia musical. Eso es lo único que leo. No tengo tiempo ni leer los demás blogs. ¡Apenas me da tiempo de leer los whatsups! Que se la va ha hacer. Los lobos ovejeros siempre estamos ocupados.

Aun no terminé de ordenar bien el blog, pero por ahora, no está mal. Al menos para mi gusto. Se que no pone que soy un lobo ovejero. Es para distraer a los demás lobos y que no se metan conmigo. ¡Que va! Es solamente que, porque cuide de mis queridas ovejas, no dejo de ser un lobo y por mi posición, no quiero que se me trate diferente.

A lo mejor así, me hacen caso.
Se que estoy hablando un tanto... Extraño. Pero así soy yo. Soy rara, lo se. Pero me encanta. Y eso es lo que he descubierto esta semana. Que aunque estemos todos en una sociedad regida por unas leyes o normas, todos somos distintos y no por ello es malo. Es espectacular y fántastico. Y yo estoy muy orgullosa de ser diferente del resto.

En fin. Que me quiero. Jajaja.
Espero que vosotros tambien os querais, porque no habra nadie que os quiera más que vosotros mismos.
Ale, me voy a ver si consigo reunir a mis estupidas pero adorables ovejitas.


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